¡Hellouli! Ya estamos de nuevo aquí y hoy os traigo una manualidad que me moría de ganas por enseñaros. Por fin he carvado mi primer sello personalizado, con lo que yo he querido, en este caso era mi logo de la tienda online, pero vosotros podéis hacer lo que queráis. Os voy a dar trucos y os enseño mis errores para que no los cometáis vosotros. Y como siempre aquí abajo os dejo el vídeo explicativo.
Para empezar necesitaremos una plancha de carvado como la que veis en el vídeo. Las tenéis de mil tamaños y formas. Yo os recomiendo que si no os dedicáis a ésto, con una pequeña os va a cundir muchísimo (yo llevo ya más de 7 sellos y todavía me queda más de la mitad de la plancha) Imprescindible vamos a necesitar la gubia. Todas mis herramientas os la dejo pinchando aquí para que podáis comprarlas. La gubia es una especie de lápiz cúter que nos va a permitir ir cortando la plancha de goma para ir vaciando las zonas que no queremos que se marquen. Si queremos ponernos más profesionales, el cúter también nos va a ayudar y para estampar necesitaremos las tintas.
El mejor consejo que os puedo dar es no tengáis miedo a equivocaros. Al principio yo iba super delicada, sin apenas tocar la superficie. Eso hizo que tardase mucho más tiempo en vaciar de nuevo. Y aquí va el otro súper consejo, no vayáis rápido, disfrutad e ir tranquilos, porque el problema que tenemos con esto es que si rompemos una zona el sello entero se va a la caca. Y eso me hace llegar al tercer consejo, haced primero lo más difícil, por si lo rompéis, y luego lo fácil. Para repasar el dibujo y los detalles pequeños os recomiendo un cabezal de la gubia tipo (V) y para vaciar el restante tipo (U) os resultará más rápido y fácil.
Y poco más la verdad, espero que os guste el vídeo, en él podéis ver mis errores y algunos trucos más. Nosotros nos vemos en mis redes sociales y en el próximo vídeo. ¡Adiós!